Tras las críticas y las confirmaciones, la exaltación del diseño y la conclusión de Memphis, Michele De Lucchi fundó Produzione Privata, recogiendo el impulso de cambio que se respiraba en el aire a principios de los años noventa.
Consciente de la brecha que se había creado entre diseño y producción, se propuso redescubrir el papel del arquitecto como intelectual que concibe y realiza sus proyectos con un enfoque más responsable de la calidad y la belleza de las cosas.
Lo que había comenzado como una producción artesanal a pequeña escala de proyectos experimentales trazados con su lápiz pronto se reveló como una oportunidad para fabricar objetos utilizando tecnologías al margen de la producción industrial, pero tratados dentro de la lógica de la serie.