En 1948 comenzó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Bucarest. Al año siguiente tuvo la gran oportunidad de emigrar a Israel; allí continuó sus estudios en la Academia Bezalel de Arte y Diseño de Jerusalén, donde asistió al curso de Mardoqueo Ardón. Cuatro años más tarde realizó una exposición en la galería Micra-Studio de Tel Aviv; la crítica fue tan buena que le permitió obtener una beca gracias a la cual se trasladó a Italia en 1954, donde estudió pintura en la Accademia di Belle Arti de Roma.
Durante los años 60, el lenguaje pictórico de Marion Baruch cambió radicalmente, superando progresivamente la figuración y esforzándose por alcanzar un enfoque gestual orientado hacia la abstracción, el grafismo, así como ese lenguaje plástico que se manifestaría entre finales de los 60 y principios de los 70 con una serie de esculturas de gran tamaño.